Monday, March 10, 2008

Que dios nos agarre confesados y más a las adolescentes de este país

Hace poco más de un mes inicié una nueva etapa en mi vida, en la que funjo una vez más como ejecutiva de cuenta, pero esta vez en una agencia de Relaciones Públicas y Comunicación estratégica. Manejando 2 de las marcas líderes de toallas femeninas y protectores para incontinencia urinaria, somos atacados por cualquier cantidad de eventos masivos y no masivos que desean que patrocinemos, tengamos presencia, hagamos muestreos, edecanes, videos, mantas, banners, colorcitos y todo lo lindo que viene de la mano de la participación de una marca con lana. El sábado tuve el agrado de darme una vuelta por el evento del zócalo capitalino en el marco de la celebración del Día internacional de la mujer, participando dentro de la carpa de "Ciudadania" y quedando impactada por la sed de conocimiento y aprendizaje de las masas de nuestra ciudad, la fila de mujeres para que les entregaran tanto a niñas, adolescentes y mujeres mayores una bolsita de toallas femeninas acompañada de la linda explicación y un folleto alusivo-explicativo, todas sonreían, mujeres hacían yoga, otras cantaban y bailaban con técnicas psicocorporales, las lesbianas difundían su información, los niños trepaban a unos camiones miniaturas del programa "Atenea" de la línea RTP y jugaban felices, todo iba conforme lo planeado. El evento fue todo un éxito, la marca contribuyó a educar a las personas, dio a conocer su producto y fue una alianza ganar-ganar.

Por el contrario este mismo fin de semana, asistí a un evento privado en un Club que se llama como un país europeo que está al lado de Portugal, un evento de tenis, mismo al que nos invitaron a participar con la misma marca de toallas femeninas con unas lonas en cada cancha, un par de banners y entregando 16 kits con producto y un artículo promocional a las niñas y chavas ganadoras-finalistas. El día de ayer fui a ver que todo estuviera bien, así como a presenciar la entrega de los kits a las mujercitas y tomar un par de fotografías para hacer alarde de lo bien que hago mi trabajo en este nuevo lugar. Para mi sorpresa, cuando llegué uno de los 2 banners que habían colocado junto a una pared estaba volteado contra ésta y con una de las piezas de la base rota, entre Chac y yo tomamos la pieza rota y la colocamos para volver a pararlo como debía estar, lo pusimo de nuevo volteando hacia el público y le tomamos una fotografía, las lonas estaban mal colocadas en las 3 canchas de juego. De pronto uno de los organizadores, quien había sido mi contacto durante todo este tiempo me pidió hablar conmigo de manera sospechosa, más tarde me presentó a una señora que estaba sentada en una mesita llenando papelitos como para una rifa y tenía sobre la misma una pequeña urna de plástico, entre los dos comenzarona decirme -como si me estuvieran dando la noticia de que uno de sus hijos se había vuelto drogadicto- que no podían entregar los kits de producto que les habíamos hecho llegar, porque no podían entregar a unas niñas si y a otras niñas no. A lo que yo respondía: "Pero una niña de 8 años para que quiere un kit de toallas femeninas?, Sólo le estoy dando a las categorías de 12 años en adelante porque son el target del producto". Ellos casi de acuerdo contestaron, "Sí, sí pero esque ha habido muchas mamás que se han molestado, incluso una de ellas me preguntó que qué hacía una lona de esas cosas aquí, bueno todas las usamos pero se ven feas" yo azorada no podía creeer lo que estaban diciéndome y entendía perfecto hacía donde iba el comentario. Me mal explicaron que las niñas según su habilidad para jugar tenis a veces están en categorías de una edad más avanzada y que era muy difícil medir que todas las niñas a las que se les entregaran toallas ya estuvieran menstruando. Yo de manera casi irónica les dije: Me parece rarísimo esto, de hecho la marca siempre habla en positivo, lo que tratamos de hacer es justamente quitar estos tabués del tema y hablar de ello abiertamente para evitar la malinformación y coadyuvar al correcto inicio de las niñas en su edad reproductiva.

Finalmente me sugirieron entregar los kits a una Casa Hogar "para que no se desperdiciarán" a lo que yo respondí que no, que la empresa para la que yo trabajaba hacía donaciones por su lado y lo hacían de manera importante y no tenía caso entregar 16 kits que aademás estaban pensados en una edad específica. "No se preocupen, me los llevo". "Hijole, qué pena" dijeron ellos pero sonreían mientras mandaban a un chalán a que recogiera de la oficina los diabólicos productos. Ahi voy de regreso con Chac cargando la mitad de bolsitas color de rosa y los kits siguen en mi cajuela... encerrados como las ideas extremistas mochistas de la sociedad de este país. Que dios nos agarre confesados si nos asusta regalarle a una niña en edad fértil o por entrar al período mismo una toalla femenina, qué nos depara el destino en temas como el VIH, la homosexualidad o simplemente la protección durante las relaciones sexules para evitar problemas de salud. ¿Se imaginan que yo manejara una marca de preservativos en vez de toallas femeninas? Probablemente no estaría viva escribiendo esta publicación, tal vez mi destino hubiera terminado con un linchamiento de padres de familia asustados ante mis deseos por invadir su "perfecto mundo color de rosa".

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