De ardidos...de eso murieron
los quemados.
Debería volverme table-dancer, debería volverme prostituta para tener una razón real por la cual sufrir, sentirse de la verga, estar de la verga...pero en serio, vivir de la verga, comer de la verga, alimentarte del inmenso mundo estructurado que se ha creado alrededor de ella, cultura fálica inmejorable, altos edificios erguidos en vez de árboles como falos, semáforos en rojo y verde que dicen: -"Para" o "Sigue", cuál indicaciones para llegar a un orgasmo...debería ser como una puta y ser feliz, estar contenta, yo y mi proxeneta que seguro sería un gordo de 100 kilos con la frente llena de cebo, el pecho infestado de vello cubierto por más de tres pares de cadenas de oro anchas como su vergüenza...sudando todo el tiempo como suadero de mercado hirviente, con un diente de oro podrido en el medio de la boca, riéndose de mí cuando me suba a los autos de esos ejecutivillos mediocres y putos que prefieren que les chupe la verga una puta que intentar decirle a una mujer que la quieren, bola de putos, putos hombres de mierda, son más putos que los putos, los putos por lo menos son lindos, con sus pelucas y su acento caído al final de las palabras, limándose las uñas en la recepción de algún cabaret de quinta, esos son putos pero honestos...aquellos que se llaman "hombres" son los verdaderos putos, que le sacatean y andan por ahí nomás inventando pretextos pa' no quererte, pa' malcogerte y luego salirte con que necesitan tiempo o no están listos para un compromiso tan fuerte, se la pasan metiéndose a bañar sin prender el boiler, te invitan a salir, te cogen por meses y luego se dan cuenta que siguen enamorados de su ex-novia, putos...por eso me voy a volver puta, para ser la reina de este mundo y convivir con esos putos, hablar su lenguaje y que no se me parta el alma cada vez que me la rajan...la raja, como me arde la raja...como me arde el alma. -"¡Auxilio, me quemo!"-.
