Friday, October 26, 2012

Por eso


Estoy enojada contigo, yo te invité a quedarte y no quisiste, con tu partida lo arruinaste todo, el orden que venía ganando la danza de la realidad perdió su coreografía, ahora todos tenemos que aprender a bailar sin ti, a sólo acordarnos de tu risa, a solo agradecer ñoñamente por haberte conocido, como si eso nos quitará la tristeza de las venas, como si eso nos devolviera tus abrazos. Estoy enojada contigo, yo te mostré en vida y en túnel de traspaso lo bello de estar aquí, como aquellos tequilas pendientes de bebernos; los cigarritos que faltaban por fumarnos para terminar con el oxígeno en nuestros pulmones y la elasticidad de nuestra piel; las fotos que nos tomaríamos en la torre más alta de Nueva York; las noches mirando las estrellas en Zacatlán de las Manzanas, lugar que por cierto ya nunca conociste; las veces que mirarías a Lola persiguiendo a las moscas; los milagros que de tus ojos podrían brotar si te enfocabas. Estoy enojada contigo porque no te quisiste quedar, a pesar de que te dije cómo le romperías el corazon a ella y lo mucho que te extrañaríamos, por tu culpa ya no creo en la muerte con resurrección, ni en la vida eterna; por tu culpa a ella cada vez le dan más ganas de irse y menos de quedarse; con la tristeza melancólica que nos dejaste de recuerdo, toda mi sensibilidad me distrae y me provoca cometer errores que me alejan de lo bueno de la vida. Estoy enojada contigo, porque nunca pensé que te extrañaríamos tanto y que tendríamos que festejar tantas cosas importantes sin ti. Es tan difícil algunos días, sobreponerse a tu ausencia, como nunca lo imaginé. Por eso estoy enojada contigo.