Sunday, February 16, 2014

Los días difíciles

Los domingos siguen siendo los días difíciles. Ya han pasado exactamente 7 meses y 16 días desde que encontré la evidencia de tu cobardía, de no poder decirme que ya no querías estar conmigo y que estabas con alguien más. Desde entonces los domingos son terribles, era el día de la semana que más disfrutaba estar contigo, con mi familia, un patrón raíz parece difícil de romper, el domingo desde que tengo uso de razón fue familiar, de descanso, de rituales, de cariño y de esperanza. No se cuando voy a dejar de pensarte los domingos, no se cuando voy a dejar de extrañarte, no se cuando voy a dejar de añorarte, pero sin importar cuantas veces me digas que me amas y me amarás siempre, nada puede cambiar el hecho de que estas con ella y no conmigo y mi soledad y yo como hace siete meses estamos empacando cajas, una vez más, cargando bultos, una vez más ... En un domingo melancólico de luna llena.

2 comments:

Unknown said...

Que difícil es relacionar lo cotidiano con lo que nos causa controversia, un olor con alguna persona ( non grata ó alguien tan lejano que ya es imposible hasta suponer), una canción con algún momento agradable que en días difíciles sólo hace añorar y crear una nostalgia que agranda ese abismo y hace más difícil lo ya difícil. Que desafortunado sentir algo así por un domingo, peor aún sería que por sustancias que nos hacen resaca se magnifique esta sensación que condicionalmente nos hace aún más relacionar un mal sabor con algún evento en especial.
El ciclo no se ha cerrado y es porque no quisiste? Porqué no quieres? Porqué aún esperas una respuesta? O porqué te niegas a aceptar la realidad. Yo peleo diariamente contra el mundo y bien que mal lo supero, pero me he dado cuenta que yo soy mi peor enemigo... Yo me conozco y no me quiero lastimar, pelear contra mi es traicionarme, o superarme? O qué es?
Entre mis errores, mi pasado, la nostalgia, la cruda, el frío, los domingos y otras cosas, a veces no quiero ni darme cuenta de lo que acontece a mi alrededor.
Aunque se que un buen motivo es suficiente para olvidarme de cualquier mal, a veces lo ignoro por convicción y elijo sentirme víctima sin buscar compasión de nadie.
Un buen libro, una película o una buena compañía elimina todo el choro anterior. Un abrazo!

Monica Castelazo said...

Gracias por tomarte el tiempo de escribir, sentirme víctima ya no, me hago responsable y pos a darle. Y dejar de esperar respuestas, están en mi. Saludos!!!!