Y se me van los segundos y laas horas, y más allá de los días cuando abro los ojos una madrugada on el sueño entrecortado en la saliva derramada que dejé en la almohada recuerdo el pasar del tiempo, tomo el reloj y lo miro asustada de que casi sea la hora de levantarse, faltan aún tres horas, maldita sea...y si en esas horas algún demonio enamorado se apodera de mis caderas y me imposibilita dormir y si el miedo de nuevo se convierte en mi aliado y me empiezan a temblar las piernas y las manos mientras pienso en las 354521 cosas que no he realizado en este año más que se me dió de vida...y si...y si.
Y se me escurren las lágrimas de la frustración, de ver muchos de mis dias entregados a una causa ajena, ese servilismo, esclavismo moderno llamado democracia en donde dedicas -no sólo tu tiempo y tu espacio- sino todo lo que existe en tu interior, escondido en la careta que presentas todos los días ante tus superiores.
Y se me esconden los sueños a veces que ya no sólo por las noches no puedo encontrarlos y más allá de la ansiedad sobre la almohada, creo a veces que estoy viviendo en una página de Calderón de la Barca y quiero que alguien me despierte por favor.
pastelazo
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