Vida, poesía, análisis, opiniones, percepciones, sentimientos, sensaciones de una mujer chilanga de origen, brasileira de corazón, que no puede guardarse las cosas y requiere escupir lo que pasa por su cabeza y su corazón.
Sunday, June 16, 2013
places
Friday, February 08, 2013
Yo no soy mía.
Nunca lo he sido, soy de la gente que me ha amado; de las letras que he escrito; de las palabras que he hilado; soy de los pasos que he dado; de las puertas que he abierto y de las que he cerrado; soy de las bocas que he besado y de los brazos que he abrazado; de las manos que he entrelazado; soy de las sonrisas que he desatado y de las lágrimas que he enjugado. No soy mía, soy de esta tierra que con su imán y su locura me llevan al juego de la vida; que tampoco es mía ni me pertenece; no soy mi dueña; me parto en pedacitos de existencia y en los lugares sólo estoy de paso repartiéndolos; soy hija de la desconfianza y del juego; soy de la inmadurez y la rebeldía; soy de la inocencia y la estupidez; soy de la esperanza y la manipulación; de la gloria y la tristeza. Yo no soy mía y ni estas frases son de mis manos; ni de mi mente; ni de mi cabeza; ni de mis dedos; ni de mis ojos que las leen mientras las escribo; soy del mundo y sus ideas; de sus movimientos y espasmos; soy de la sociedad que me ha visto desvalorizarme para ser aceptada por mis complejos; soy de las ciudades y los campos; de las carreteras y los caminos; de sus edificios y sus casas; de los jardines inhabitados y los bosques talados; de los perros salvados y los atropellados; de los gatos envenenados y los acariciados; soy de los pájaros presos en jaulas y de los libres; soy de las nubes y de las aguas estancadas que forman charcos en las avenidas; soy de la noche; del día; del misterio; soy de mis padres; de mi hermana; de mis primos; de mis juegos; mis memorias; mis cartas de amor y mis poemas; soy de mis sueños y mis frustraciones, de mis luchas y mis rendiciones; soy de la muerte y de la vida que pasa por mis venas dejándome cada segundo el recordatorio de su pasajera existencia. Yo no soy mía, ni lo seré.
Friday, October 26, 2012
Por eso
Saturday, September 15, 2012
Musas
Hay días como hoy, que después de ver una película donde un escritor controla la vida de alguien más como si fuera un personaje de su actual novela, me dan unas ganas incontrolables de escribir. Pero la literatura y la música son dos musas que requieren de cortejo, cuando uno las deja se vuelven secas, sosas y duras, hay que ablandarlas primero por el alma, llevarles flores, sonreírles y pedirles perdón por haberlas abandonado tanto tiempo, si no es difícil que vuelvan a dejar que sus mágicos aromas inunden el cerebro y así uno queda con la mente llena de recuerdos y fantasías, atormentando el presente, sin saber a donde ir, pues ni por los dedos ni por la garganta hay expresión suficiente que ayude a volver a reír.
Thursday, June 14, 2012
Alma de perro

Tuesday, June 12, 2012
Contigo

Friday, May 11, 2012
LA EXPERTA EN AUTO-DESTRUIRSE
Después de casi tres semanas de estar encerrada empezaba a valorar mi salud como el tesoro más preciado, no era sino hasta ahora que me daba cuenta del valor de mis vísceras, esas de las que durante tanto tiempo renege y a las que ataqué con toda clase de sustancias y alimentos dañinos, naturales, sintéticos y hasta uno que otro pensamiento fatalista y suicida.
Ahora que me faltaba la vesícula por consecuencia o por causas desconocidamente genéticas según indicaba el médico, la computadora se había vuelto mi arma, apenas descubriendo que en el encierro de mi propia mente y espacio, de visita en la casa de mi amor, ni las películas de Jodorowsky, ni la música pacheca de Royksopp podían salvarme, sino la meditación, la reflexión y la escritura serían la única salida a aquellos episodios de euforia y decepción, que me acompañaban. Pensaba en guiones de películas, fotografías, instalaciones de arte contemporáneo, fotografías como el tapón de la olla express de mi cabeza, si tan sólo pudieran ver lo que yo veía, pensar lo que yo pensaba… pero no es artista el que es sensible sino el que sabe expresar la sensibilidad. No es genio el que piensa sino el que se arroja sobre la vida escupiendo sus ideas y además le atina al blanco. Así pues, me decidía a empezar esta vez sí, el proyecto grande de mi vida, el libro, la película, el Jarri Ploter de la depression del adulto contemporáneo. Quería ser la JK Rowling de los pobres y mientras leía propaganda de AMLO y posteaba imagenes ridiculizando al próximo presidente de nuestro país en Facebook, comía un arroz disque estilo chino con pollo, sólo porque le eché soya, como protagonista de mis ya predecibles menús de dieta blanda indicados por el doctor que me había metido el cuchillo al vientre hacía solo 13 días. De tanto comer pollo ya me estaban saliendo plumas, de tantas plumas ya me estaban creciendo alas, pero aún no podia volar y cada vez que las poquitas alas empezaban a aletear, se caían a pedazos y se las comían mis perros Chankla y Tomate.
El candidato a la presidencia por el Partido Revolucionario Institucional había visitado en aquellos días las instalaciones de la Universidad Iberoamericana como parte de sus esfuerzos de campaña, y lo habían sacado de ahí a abucheos, una aparentemente renovada juventud desenfrenadamente psicótica, en el hartazgo del manipuleo se atrevía a gritar palabras como: Cobarde, Asesino, y la expresión No te queremos. Y yo desde mi trinchera de la enfermedad sonreía en mi interior, pero también me asustaba, muchos de los que estaban ahí seguramente eran también hijos de papi beneficiados por un mismo sistema que sostiene la candidatura del peinado caballero. ¿Era acaso esta la verdadera llegada de la revolución sin manos que el conjunto Fobia había compuesto durante mi estadía en la Universidad, y que coreabamos injundiosos con el fuego en el alma, mi grupo musical AIMA y yo? ?
¿O era simplemente el fenómeno mediatico del Big Brother y el caos de una sociedad que ni sabe lo que quiere, pero lo que tiene no lo quiere y lo avienta? Como yo, que con un trabajo que pagó mi operación en uno de los mejores hospitales de México, no tenía ni tantitas ganas de regresar y mi cuerpo estaba haciendo tan de las suyas, que me había saboteado con la recuperación necesitando otros 7 días de incapacidad para lograr estar al 100%.
Tomate y Chankla más aburridos de mi propio aburrimiento me miran desde su camita, y yo me pregunto con voz de perro: ¿Será que en estos siete días lograré algo o simplemente será una pausa en mi alienada vida, esa de la que me quisiera deshacer brincando de un puente peatonal mental, cuando no encuentro la salida?
Friday, May 04, 2012
Wednesday, February 22, 2012
Otra vez
Otra vez los de los cuarenta kilómetros por hora, los que no quieren llegar a sus casas, o seguro se levantan después de las siete o acaban de salir de trabajar y se vienen geteando en el auto a causa de sus aburridas y miseras vidas. Otra vez los que estorban, los que no piensan que no son los únicos en el mundo, que sus deseos y tristezas no son de ellos sino de toda la humanidad, otra vez me topo con los lentos de aprendizaje y retardados de sensación, los zombies que anidan la ciudad enajenados en un estilo de vida que no son capaces de sostener. De nuevo los que empujan en los altos, los que avientan la corporeidad del auto al vacío cual excremento arrojado en el recuerdo, las señoras en sus camionetas, los evolucionados en sus bicicletas, todos apostándole a las llantas, a los cuarenta o veinte o diez kilómetros por hora. La inconsciencia hecha burbuja y metal, la evasión de la isla perpetua en el tráfico incansable, la densa saliva de la Coca-Cola caliente comprada a una víctima más de los cuarenta kilómetros por hora y toma por trabajo la venta de chescos en medio del mar de coches, el cigarro solitario con Mariano o la muchedumbre de Toño, ese que ni sabe a nada, porque ya ni sientes las nalgas, te vienes meando desde hace veinte minutos y no vas ni a la mitad del camino. Delante tienes un pendejo que viene a cuarenta, sí a cuarenta, como los cuarenta que están a punto de llegarnos, esa edad que nos pisa los talones, con la infertilidad y la muerte asomandose en la esquina del salón, así se nos va la vida, sentados, moviendo los piecitos, atorado en el segundo piso a cuarenta kilómetros por hora.
Sunday, February 19, 2012
El domingo
El domingo es un día que carece de recuerdos, el silencio ensordecedor de los negocios cerrados, los tianguis de las calles y las familias reunidas no permiten evadir la tristeza. Las sonrisas se guardan para el alma y la política no tiene cabida, ante la verdadera razón del existir: el descanso.
El domingo es el shabasanna de la semana, la misericordida del verdugo, la veda de la pesca y la compasión de la guerra, un día en el que ni caminando por las calles puedo dejar de pensar en tí. La cama pronto se vuelve madriguera, pero también prisión de cobijas y sueños, el café huele a retiro permamente y los huevos en el sartén repican cual campanas llamando a la misa matutina, pero nada sabe igual si tú no estás aquí. Todo se vuelve una matiné sin palomitas, una plaza sin mimos, un concierto sin acordeón; me haces tanta falta que ya no sé si te quiero o te necesito, ya no sé si soy tuya o eres mío o somos de los dos.
Este domingo me trajo tu recuerdo y ante la disyuntiva de ponerme a leer o escribir sobre éste, decidí por lo segundo. Me arropo el alma con tus palabras antañas y las propuestas inocuas de la actualidad aprenden a nadar en la evasión de mis dedos en las teclas del computador. El domingo es el día que me dejaste, me abandonaste a una mente sin recuerdos, como las frágiles palabras que me diste para evitar que me fuera, y heme aquí, en soledad, en un domingo, esperando verte pero no retenerte, observando a las familias, a las parejas, a los perros correr tras la pelota en chapuzón por la fuente del parque, las palomas picoteando un maíz inexistente en las banquetas y los vendedores tratando de vender piratería, todo en un domingo, como aquel, donde el fantasma de tu recuerdo y tu figura presente se entremezclan, dejándome un nuevo sabor a amanecer.
Thursday, January 26, 2012
Dos días en Oslo

Dos días en Oslo, sola, en mi soledad, caminando por las calles, averiguando qué camión me dejaba en donde quería, escarbando en la soledad de los parques, admirando la soledad de sus elevadísimos precios, hurgando en la soledad de la cocina de un departamento de soltero, lavando los solitarios platos del desayuno con salchichas solitarias recién compradas por alguien que no suele hacer el supermercado, rezagando las miradas perdidas de un Edward Münch al que comprendo perfectamente en su depresión, con este silencio funesto en los paisajes perdidos de la montaña, con estas mujeres hermosas y gélidas como reinas del hielo de la película Narnia, a dos pasos de Svalbgard me siento ya un oso perdido y mi soledad me remonta a tu mirada, y quisiera tanto estar contigo aquí y que vieras, lo solo que está esto sin ti, lo mucho que me haces falta, pero aprender a estar sola es una lección que tu también deseabas que aprendiera, por eso camino de nuevo los zurcos, sola, a veces con Marte, a veces con Roberto, con Armando, a veces con otros mexicanos que están aquí perdiendo la cordura en la soledad, a veces con nadie, a veces contigo en mi mente, camino, camino, camino, alcanzo las últimas horas de luz en la escultura del niño chillón y no hay nadie con quién reírme, por qué me expuse a esta soledad, por qué elegí este camino, por qué insistimos en alejarnos, por qué insistes en hacerme vivir experiencias solitarias con otras personas, acá tan lejos de todo, siendo invisible, en el tranvía, en el subterráneo, en las tiendas en donde no puedo comprar nada con mis solitarios pesitos vueltos coronas, donde los amigos abrazan, invitan pero en realidad no son mis amigos, son amigos de la soledad, sólo por dos días en Oslo.
Tuesday, January 17, 2012
Del desnudo

Del desnudo del plural y la convivencia, construir barreras,
crear muros, bardas, puertas, ventanas, timbres al corazón
Llamadas telefónicas que de nuevo al inicio nos lleven a la conquista,
el cortejo, el “te quiero conocer”, el tan sobado “quiero contigo”
Volver a entregar poemas, flores, chocolates,
ir a tomar un helado, al cine, al parque a caminar,
invitarme a acostarme contigo por primera vez,
…como la primera vez.
Crear del conjunto al singular del corazón,
al espacio para estar solos, después de tanto tiempo de acompañarnos,
cocinar el postre, preparar el café para la esperanza,
la pasta con la salsa del encuentro, la sobremesa del corazón y la gloria.
A la tumba de los enojos, los reclamos y los desencuentros
llevarle flores, veladoras y dejarla atrás.
Asistir al nacimiento de un nuevo ser, una nueva burbuja de amor,
el experimento de dos almas experimentadas que saben
que no se pierde nada volviéndolo a intentar.
Separarse del apego corporal, de la cama juntos,
los ronquidos, las flatulencias, los aromas,
separarse del aburrimiento de lo cotidiano del día a día,
de la costumbre, del saludo matutino con olor a moneda,
de las familias aburridas mirándose en las navidades,
de los aniversarios sin sorpresa, del misionero, del “hasta mañana”.
Del desamor, pasar al romance, del romance pasar al amor
las veces que sea necesario, con las lágrimas que tengan que derramarse,
sean de felicidad o de llanto, sean de miedo o de placer.
Que el agua corra por los caminos de los cuerpos
que limpie la creatividad de nuestras mentes,
y descubra en el infinito de los universos, en una nueva mirada.
Volvernos a mirar, sin esperar encontrar un resultado,
con la infinita posibilidad del todo y de la nada,
de la vacuidad y de lo eterno.
Volver a entregarnos la cajita del corazón,
envuelta con el moño del color que más nos guste,
abrirlas frente al mar y darle alas,
para que vuelvan a volar su propio vuelo.
Monday, January 16, 2012
Serch
La última vez que lo vi, fue en el concierto de The Residents en el Lunario, se veía contento y me dijo: “Te trajeron, ¿verdad?” a lo que yo repliqué: “Pues en realidad yo lo traje a él, vi que iban a tocar y aunque en mi vida los he escuchado creo que me va a gustar por más loco que esté” y se rió. Yo iba con Carlos a ese concierto de música para locos, como le decía su mamá y él iba con sus amigos satelucos, incluyendo a los de Café Tacuba.
Ayer lo volví a ver, se veía radiante, sonriente, con una playera anaranjada y su saco de piel negra, su piel resplandeciente, como si emanara una luz amarilla brillante. Usaba sus lentes como siempre y se acercaba a mi sonriente con cara de travesura mientras me decía: “Tuve que llegar a cancelar mi mail, todo mundo pensó que andaba de parranda” y se reía, como un niño que hubiera robado unos dulces y lo cacharon sus papás. Como yo cuando una vez en la Papelera escolar vi unas canicas brillantes, hermosas en su bolsita de red en la caja, y así nomás se me hizo fácil agarrarlas y metérmelas en la bolsa de mi chamarra, minutos más tarde cuando llegamos al auto, mi yo interno, ese que no puede mentir y se mete en muchos problemas siempre por eso, me empujó a sacar la bolsa de canicas de mi bolsa para presumirla, yo venía sentada en la parte de atrás del vocho anaranjado de mis papás, y volteando a ver a mi mamá le dije: “¡Mira mami, qué bonitas canicas!”. Mi mamá enseguida me dijo: “¿De dónde las agarraste Moni?” y por supuesto con toda mi carota tuve que ir a devolverlas al gerente de la tienda, aceptando así mi culposa acción, a la fecha cada vez que hago una travesura, sé que tarde o temprano van a cacharme.
Como a Sergio, Serch hizo la travesura de morirse, un domingo a las quien sabe qué horas de la tarde o la mañana, lo único que supe fue que lo encontraron en su cama acostadito, con sus piernitas cruzadas y sus brazitos cruzados escuchando a David Bowie. Hace más de un año le habían robado su colección completa de discos, se habían metido a su casa, con conocimiento de causa por supuesto, y hurtaron los casi mil discos que tenía completitos en un mueble especialmente mandado a hacer para eso: Pink Floyd; The Who; The Cure; The Doors; Joy Division; The Residents; todos se fueron en ese robo. Era mi vecino, vecino de los Tacos del Villamelón y cada vez que pasaba por su casa pensaba en él. Fue todo un ejemplo de paciencia, humildad y luz en vida, no se la complicaba, no tenía great expectations, sólo era él, era, siempre era, siempre él, fue un maestro, no se da uno cuenta hasta que se van, pero fue un buda, que siempre tuve cerca y ahí estuvo… ayer lo volví a ver en mi sueño, me abrazó tan fuerte después de su travesura de morirse y se veía tan radiante, que hasta miedo nos daba en mi sueño decirle a la Chio que su muerte era una broma. En realidad era mi sueño, porque si que se nos fue, se fue de revén a otro mundo más bonito que éste donde la gente no se roba los discos de nadie.
Hoy me desperté contenta, cuando sueño con la gente muerta que se ve más bonita es que ya están bien, seguro está bailando con Ian Curtis en el cielo, echándose unas chelas y burlándose de lo mal que lo pasaban, cuando no lo pasaban bien por acá en la tierra. Descansa en paz, mi Serch, mi maestro.
Ayer lo volví a ver, se veía radiante, sonriente, con una playera anaranjada y su saco de piel negra, su piel resplandeciente, como si emanara una luz amarilla brillante. Usaba sus lentes como siempre y se acercaba a mi sonriente con cara de travesura mientras me decía: “Tuve que llegar a cancelar mi mail, todo mundo pensó que andaba de parranda” y se reía, como un niño que hubiera robado unos dulces y lo cacharon sus papás. Como yo cuando una vez en la Papelera escolar vi unas canicas brillantes, hermosas en su bolsita de red en la caja, y así nomás se me hizo fácil agarrarlas y metérmelas en la bolsa de mi chamarra, minutos más tarde cuando llegamos al auto, mi yo interno, ese que no puede mentir y se mete en muchos problemas siempre por eso, me empujó a sacar la bolsa de canicas de mi bolsa para presumirla, yo venía sentada en la parte de atrás del vocho anaranjado de mis papás, y volteando a ver a mi mamá le dije: “¡Mira mami, qué bonitas canicas!”. Mi mamá enseguida me dijo: “¿De dónde las agarraste Moni?” y por supuesto con toda mi carota tuve que ir a devolverlas al gerente de la tienda, aceptando así mi culposa acción, a la fecha cada vez que hago una travesura, sé que tarde o temprano van a cacharme.
Como a Sergio, Serch hizo la travesura de morirse, un domingo a las quien sabe qué horas de la tarde o la mañana, lo único que supe fue que lo encontraron en su cama acostadito, con sus piernitas cruzadas y sus brazitos cruzados escuchando a David Bowie. Hace más de un año le habían robado su colección completa de discos, se habían metido a su casa, con conocimiento de causa por supuesto, y hurtaron los casi mil discos que tenía completitos en un mueble especialmente mandado a hacer para eso: Pink Floyd; The Who; The Cure; The Doors; Joy Division; The Residents; todos se fueron en ese robo. Era mi vecino, vecino de los Tacos del Villamelón y cada vez que pasaba por su casa pensaba en él. Fue todo un ejemplo de paciencia, humildad y luz en vida, no se la complicaba, no tenía great expectations, sólo era él, era, siempre era, siempre él, fue un maestro, no se da uno cuenta hasta que se van, pero fue un buda, que siempre tuve cerca y ahí estuvo… ayer lo volví a ver en mi sueño, me abrazó tan fuerte después de su travesura de morirse y se veía tan radiante, que hasta miedo nos daba en mi sueño decirle a la Chio que su muerte era una broma. En realidad era mi sueño, porque si que se nos fue, se fue de revén a otro mundo más bonito que éste donde la gente no se roba los discos de nadie.
Hoy me desperté contenta, cuando sueño con la gente muerta que se ve más bonita es que ya están bien, seguro está bailando con Ian Curtis en el cielo, echándose unas chelas y burlándose de lo mal que lo pasaban, cuando no lo pasaban bien por acá en la tierra. Descansa en paz, mi Serch, mi maestro.
Wednesday, November 23, 2011
Atrevida
En la furia de mis palabras ocultas, explotan mis silencios,
ante el regaño de la aventura de ir a vivir la vida en lo lejano,
la verdad se asoma como una gran puta que corrompe la virtud,
de las cosas que se asemejan a la realidad feliz, pero son en verdad la pesadilla,
en lo lejano de tu mirada, cada vez más lejos y lastimera,
voy dejando mi recuerdo, aquellos sueños rotos.
Aquel vestido blanco, aquel baile, aquellas canciones, aquel engendro que nunca nació,
ese que murió en las dudas, los miedos, los egoísmos, ese al que ambos
como un culto afano alabamos en los silencios de nuestras almas,
y al que le entregamos el poder de nuestros corazones.
Tú con tu historia rota, con mi rota historia, la mía,
esa eterna que nunca pasa, que no se pega, que ya no sana,
que con cada experiencia se rompe un hilo más,
como los pantalones de mezclilla que tanto amabas,
y aunque eran un cadáver, no dejabas ir.
La libertad se quedo atrapada en tu ego, el amor universal se vio burlado,
una vez más por los juicios de la gente,
las miradas de los que lejos de ti pero dentro de ti,
ahora mandan en tu memoria y me juzgan con el corazón herido,
como aquella que rompió, como aquella que mató, como aquella que traicionó,
por ser una buena alumna, por aprender a disfrutar, por aprender a arriesgarse,
por aprender a pagar sus precios, a decir la verdad.
En la furia de mis palabras ahogadas, las lágrimas ni tienen cabida,
sólo la desesperación de un recuerdo que cada vez se escurre más entre mis dedos,
al que tuve que quitarle toda connotación positiva,
y ahora vive embarrado de tu sangre, de tu lodo mental, de tu fastidio,
de esta sacudida que nunca pensé me atrevería a darle a tu acorazado semental.
ante el regaño de la aventura de ir a vivir la vida en lo lejano,
la verdad se asoma como una gran puta que corrompe la virtud,
de las cosas que se asemejan a la realidad feliz, pero son en verdad la pesadilla,
en lo lejano de tu mirada, cada vez más lejos y lastimera,
voy dejando mi recuerdo, aquellos sueños rotos.
Aquel vestido blanco, aquel baile, aquellas canciones, aquel engendro que nunca nació,
ese que murió en las dudas, los miedos, los egoísmos, ese al que ambos
como un culto afano alabamos en los silencios de nuestras almas,
y al que le entregamos el poder de nuestros corazones.
Tú con tu historia rota, con mi rota historia, la mía,
esa eterna que nunca pasa, que no se pega, que ya no sana,
que con cada experiencia se rompe un hilo más,
como los pantalones de mezclilla que tanto amabas,
y aunque eran un cadáver, no dejabas ir.
La libertad se quedo atrapada en tu ego, el amor universal se vio burlado,
una vez más por los juicios de la gente,
las miradas de los que lejos de ti pero dentro de ti,
ahora mandan en tu memoria y me juzgan con el corazón herido,
como aquella que rompió, como aquella que mató, como aquella que traicionó,
por ser una buena alumna, por aprender a disfrutar, por aprender a arriesgarse,
por aprender a pagar sus precios, a decir la verdad.
En la furia de mis palabras ahogadas, las lágrimas ni tienen cabida,
sólo la desesperación de un recuerdo que cada vez se escurre más entre mis dedos,
al que tuve que quitarle toda connotación positiva,
y ahora vive embarrado de tu sangre, de tu lodo mental, de tu fastidio,
de esta sacudida que nunca pensé me atrevería a darle a tu acorazado semental.
Tuesday, July 12, 2011
Testing

I´m testing your love, to see if you love my ugliness as much as my beauty
To see if you love my lies as much as my truth
To see if you cover in my darkness as much as you struggle in my light.
To prove your humility, to taste the sweetness of your blueness
I´m so curious to know if your wings fly also because of my words
If have forgotten me, or you only remember my body but not my soul.
I´m testing your love in the distance
to hear your voice in a distant call, to let your light fall into my lust
To tell you I can´t be you, I´m not alone,
I´m not as crazy as you are
No matter how much I desire to go mad
I´m wondering how this world can have us apart for so many lives
Or if it’s karma we are paying now for being helpless on the past.
I´m testing your humanity to see if you´re capable of evolving this love
I´m wondering how your smile would look from far apart
I´m so curious to know if your wings can also fly because of my words
If you have forgotten me, or it´s only my karma calling.
I´m testing your love, I´m tasting your love, but…
Am I wasting your love?
Sunday, April 24, 2011
Los ojos de Dios

Límpiale los vidrios a los ojos de Dios desde un columpio que cuelga del cielo.
Ábrele las puertas a sus labios vaginales y deja entrar tu aliento por ellos.
Cierra las ventanas de sus brazos en un abrazo gigantesco de volcán.
Cúbrete de lluvia la cabeza, con sus lágrimas desérticas de dolor.
Encierra de una vez tu melancolía en una ola de orina celestial color azul.
Sumérgete en su psicodelia admirando el color que le puso a las flores.
Empápate de su aliento en una noche fría con el viento susurrándote en el rostro.
Experimenta un orgasmo cósmico disfrutando el silbido de placer que se produce entre los árboles.
Y luego, piérdete en tu mundo pequeñito de nuevo, célula de su grandeza, basura radioactiva reciclada con su gran corazón.
Monday, February 14, 2011
Sunday, February 13, 2011
Pounds in my pockets
Me gustaba mucho leer a Xavier Velasco, por dos razones. La primera porque se llamaba igual que uno de los amigos más guapos que había tenido en la prepa y la universidad,la segunda porque después de leerlo siempre me venían unas ganas incontrolables de escribir tan bonito como él. Pensaba: -Si éste pudo publicar una novela del tamaño de ¨Puedo explicarlo todo¨ basado en personajes inventados de barrio con toques de realidad personal y mucha creatividad para relatar las verdaderas historias de nuestro México, yo también algún día podré-.
Algún día era hoy, estaba decidida a escribir la primer cuartilla del libro que me haría famosa, que -al menos- me permitiría descansar en la tumba por no haberme quedado con las ganas de publicar. Me sentía medio absurda y naive como Brian, el perro alcohólico de Family Guy, que usaba el pretexto de estar escribiendo una novela para esconder su evidente adicción a los martinis, cuya publicación dificilmente se veía terminada en alguno de los capítulos de la sádica serie de dibujos animados. Claro, que yo espero que mi novela, libro de poesías o prosas ardientes, cuando se publiquen, tengan un mejor recibimiento y destino que el libro de ese perrito dibujado por Seth MacFarlane; que cuando logra por fin ver la luz se convierte en un total y verdadero fracaso literario.
Yo, esperaba superar el cliché y la repetición frustrada del artista, ahí sentada con mi libreta "Don´t forget me" escribiendo a mano cual escritora de la época victoriana inglesa, en el medio de un vuelo comercial turístico adornado con el nombre de una tienda de ropa de mi infancia en la Ciudad de México -Paris, Londres-, -"...la gran booooutiiiiique"-, cantaba el jingle con el que se aunciaban sus descuentos en la radio cuando yo tenía menos de 7 años de edad. Faltaban 5 minutos para aterrizar en Heathrow, el sonido del avión se metía a mis neuronas y no podía dejar de pensar... y tampoco lograba escribir. Mejor me pido un martini.
Algún día era hoy, estaba decidida a escribir la primer cuartilla del libro que me haría famosa, que -al menos- me permitiría descansar en la tumba por no haberme quedado con las ganas de publicar. Me sentía medio absurda y naive como Brian, el perro alcohólico de Family Guy, que usaba el pretexto de estar escribiendo una novela para esconder su evidente adicción a los martinis, cuya publicación dificilmente se veía terminada en alguno de los capítulos de la sádica serie de dibujos animados. Claro, que yo espero que mi novela, libro de poesías o prosas ardientes, cuando se publiquen, tengan un mejor recibimiento y destino que el libro de ese perrito dibujado por Seth MacFarlane; que cuando logra por fin ver la luz se convierte en un total y verdadero fracaso literario.
Yo, esperaba superar el cliché y la repetición frustrada del artista, ahí sentada con mi libreta "Don´t forget me" escribiendo a mano cual escritora de la época victoriana inglesa, en el medio de un vuelo comercial turístico adornado con el nombre de una tienda de ropa de mi infancia en la Ciudad de México -Paris, Londres-, -"...la gran booooutiiiiique"-, cantaba el jingle con el que se aunciaban sus descuentos en la radio cuando yo tenía menos de 7 años de edad. Faltaban 5 minutos para aterrizar en Heathrow, el sonido del avión se metía a mis neuronas y no podía dejar de pensar... y tampoco lograba escribir. Mejor me pido un martini.
Friday, February 04, 2011
I'm at the British Library, London
it all makes sense, I feel lost in the supermarket. Haven't learned to use the tub, tried to buy a ticket in the morning and could'nt find the station I was looking for, carrying my luggage I decided to take a cab... now I am near Camden Town, visiting the British Library, first time I travel alone, feels strange, I'm not used, feel lonely, feels good, feels frightening, I'm just going to have something to eat, maybe a beer, go walking again to find the place where they[ll pick me up tomorrow morning to go to Stonhedge, Bath and Windsor... really happy to be in Londo again after 10 years... everything feels like a Harry Potter movie.
XOXO
XOXO
Wednesday, January 12, 2011
La búsqueda
Pendiendo de un hilo, me encuentro
entre mis sueños, mis deseos y mi realidad
tocando con la punta de mis dedos, la esperanza
de un mañana que parece nunca llegar.
Me trajiste la miseria envuelta en belleza
dejándome el corazón palpitando, abandonado
sólo me queda tu recuerdo, esos dulces besos inocentes del ayer
y mientras, me destruyo en un mar de imposibilidades.
Quiero rescatar mi cordura, sacarla viva de algún rincón polvoso de casa
el orden de mi vida, mis futuras percepciones,
y a quien no me quiere ver le pido que lo haga.
Trapo, trapo mojado, hundido, apocalíptico, sueños de agua,
terremotos candentes, catástrofes y animales en busca de pan
así transcurren mis días, mientras yo vuelvo a tocar mi tristeza
y en este proceso autodestructivo que me lleva a las palabras explorar,
vuelvo a tocar mi centro, mi niña, mi adolescente, mi mujer.
La busco, la encuentro, la pierdo, la busco... 1993
entre mis sueños, mis deseos y mi realidad
tocando con la punta de mis dedos, la esperanza
de un mañana que parece nunca llegar.
Me trajiste la miseria envuelta en belleza
dejándome el corazón palpitando, abandonado
sólo me queda tu recuerdo, esos dulces besos inocentes del ayer
y mientras, me destruyo en un mar de imposibilidades.
Quiero rescatar mi cordura, sacarla viva de algún rincón polvoso de casa
el orden de mi vida, mis futuras percepciones,
y a quien no me quiere ver le pido que lo haga.
Trapo, trapo mojado, hundido, apocalíptico, sueños de agua,
terremotos candentes, catástrofes y animales en busca de pan
así transcurren mis días, mientras yo vuelvo a tocar mi tristeza
y en este proceso autodestructivo que me lleva a las palabras explorar,
vuelvo a tocar mi centro, mi niña, mi adolescente, mi mujer.
La busco, la encuentro, la pierdo, la busco... 1993
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